11.8.20

ENTREVISTA A RENZO PIANO




En un suplemento dominical, hace ya un tiempo, se publicó una entrevista a este arquitecto de reconocida fama mundial, de valor innegable.

En este caso la conversación giraba entorno a un gran proyecto que le había encargado el Banco de Santander ... , pero la dimensión del proyecto es indiferente a la posición del arquitecto.

En sus respuestas se puede entrever la gestión interior del arquitecto. Saber comprender, cambiar, ceder, hacer entender, hasta llegar a la obra de arquitectura que satisface las necesidades, también espirituales, de las personas que han de vivirla.

Del tema inicial pasa a esas cuestiones de fondo. Como la entrevista tiene cierta extensión, he seleccionado aquellos párrafos que tienen un contenido aplicable a cualquier proyecto.

(con la licencia y admiración hacia el entrevistado y el entrevistador) 





 

XL ¿Cuál fue la razón de estos cambios? ¿Qué era lo que más le preocupaba del primer proyecto presentado?

RP. No, no es que me molestara algo. Tiene que ver con la evolución natural del trabajo.

Un proyecto es como un descubrimiento, se empieza con algunas ideas claras que permanecerán igual, .... 

Hablé con la gente, la escuché; a algunos no les gustaba nada y a otros les encantaba… Y esas observaciones nos llevaron a pensar, .....

Pero para mí es un proceso natural, y creo que es algo leal con la comunidad y con la gente.

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XL. Usted empezó su carrera con Richard Rogers con la construcción del Centro Pompidou de París, toda una declaración de principios.

R.P. Éramos ‘chicos malos’ y, precisamente, queríamos rebelarnos contra los museos y los centros de arte que intimidaban a la gente.

Por eso hicimos una plaza accesible y abierta, y el edificio de alguna forma se convirtió en una máquina, pero en una máquina para hacer feliz a la gente. 

Este proyecto en Santander cuenta la misma historia: quiere acoger, dar la bienvenida, construir un lugar accesible, crear curiosidad. 

Tiene que ver con mezclar lo sagrado y lo profano, el arte y la vida. Me gustaría que la gente viniera, al lado del agua, no solo por el arte sino porque le gusta este lugar y quiere disfrutarlo. 

Esa es la historia: un espacio para las personas, que atraiga, pero que sea informal, y que evite todo triunfalismo.

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XL. ¿Y cómo se enfrenta uno al debate ciudadano?

R.P. El debate es esencial.

Crecí en una atmósfera en la que era crucial: por la mañana trabajaba en el despacho de un arquitecto y por la noche iba a la universidad. Eran los años previos al 68. 

El debate nunca es negativo, y es especialmente interesante cuando es irritante, los debates deben ser por definición irritantes; si no, resultan fingidos. Porque cuando estás en un debate, estás obligado a tener más seguridad en lo que defiendes. 

El cambio parece una flaqueza, pero no se trata de cambiar, sino de hacer las cosas mejores. Es el arte de escuchar y entender. Uno tiene que ser permeable, en la misma medida en que debes ser estable. Ligero y fuerte al mismo tiempo

Por eso no debe preocuparte escuchar, porque tú sabes adónde quieres llegar. ....


XL Usted proviene de una familia de constructores ¿cómo le influyó para convertirse en un arquitecto?

R.P. La arquitectura es un oficio muy complejo.

Es arte pero también es oficio, tiene una vertiente técnica y social. Construir es algo mágico. 

Lo fundamental es que construyes un techo para el ser humano. Y eso no es solo un trabajo técnico, tiene que ver con los deseos, con la poesía. Por eso es tan complicado.

Pero el haber nacido en una familia de constructores resulta un muy buen comienzo, porque empiezas desde el lado correcto, el del artesano. Es mucho más difícil cuando comienzas como un artista.


XL. ¿Qué peso ha tenido esa relación con los materiales y la tecnología en su concepto de la arquitectura?

R.P. Dar forma a la materia es un milagro. 

Cuando eres un niño y ves a tu padre transformar la arena en un edificio, lo miras como si fuera un dios. Por supuesto, cuando creces, intentas hacer siempre algo diferente. 

Empecé, por ejemplo, a desafiar las estructuras, porque quería que fueran cada vez más ligeras. Y trabajé con nuevos materiales como el acero, el plástico, para explorar.

Pero crecí con esa idea de que el material es esencial para la inspiración de un arquitecto. Y es posible reinventar los materiales; por ejemplo la madera: hoy en día, con la tecnología, podemos hacer cosas espectaculares. O la cerámica, incluso la piedra, que se puede utilizar de diferentes maneras.

 

XL. ¿Qué opina de la tendencia actual de las ciudades de querer tener cada una su edificio de firma? ¿Es ese el rol de un arquitecto hoy en día?

R.P. No, es un sinsentido.

Uno tiende a convertirse en prisionero de su éxito. Es algo que se puede decir no solo de los arquitectos, sino también de los escritores o de los periodistas.

Tienes éxito y empiezas a repetirte. Y lo peor es que la gente quiere que te repitas. Entonces quedas atrapado por la trampa del estilo.

El principal riesgo de todo trabajo artístico es que se convierta en un ejercicio formal, en un ejercicio de estilo y que no preste atención al contexto.

Me gusta utilizar la imagen de un iceberg: para ser un humano decente, necesitas toda esa parte interna, invisible. De alguna manera, cuando traicionas ese espíritu empiezas a perder profundidad; eso es tan importante que es la integridad y la autenticidad.

Comienzas a ser víctima de ti mismo. Y esto es el principio del fin. 

El síndrome de los arquitectos estrella es nefasto para la arquitectura y para la gente. Muchas veces uno olvida que la libertad más difícil de preservar es la libertad frente a uno mismo.

 

XL. Cree que esta época de crisis ha cambiado la manera de hacer arquitectura?

R.P. Sí, desde luego.

Pero también por otra razón, y es que el ‘síndrome del arquitecto estrella’ es estúpido, y las cosas estúpidas no duran.

La arquitectura descansa en el largo plazo, es como los bosques, los ríos, ¡como las ciudades! Las ciudades tienen que ver con el tiempo, no con la moda

Hacer formas no es difícil, cualquiera puede hacerlo; lo complejo es que esas formas tengan sentidoGracias a Dios, la arquitectura es una profesión seria. 

Otra de las razones es que la crisis ha supuesto una especie de moralización de la arquitectura. Un arquitecto debe obligar a su cliente a pensar, debe decirle: “Un momento ¿qué estamos haciendo aquí? ¿Por qué estamos gastando todo este dinero?” Y esa es la razón de que la arquitectura se haya vuelto tan cuidadosa con la sostenibilidad, con la energía. 

Y creo que este es el mayor campo de inspiración de este siglo: la fragilidad de la Tierra. Todo el mundo entiende que la Tierra es frágil y, en parte, la arquitectura debe expresar esa fragilidad. Y la crisis ha obligado a hacer ese análisis.

[...]


XL. ¿Qué es lo primero que un joven arquitecto debería aprender?

R.P. Creo que la pasión y la libertad.

Los arquitectos tienen que dar respuesta a los sueños, no solo a necesidades. No quedar atrapado en el formalismo. 

Y que aprendan a decir no. Por eso prefiero no hacer muchas cosas, uno no puede enamorarse demasiadas veces.

 

 


20.6.20

FRANK GEHRY EN BARCELONA


Cuando uno ve la obra de Frank Gehry - y de otros arquitectos o escultores- se plantea dónde está la frontera entre arquitectura y escultura. Si realmente existe esa frontera se trata de un espacio difuso, no de una línea.




Un ejemplo claro es la pérgola con forma de pez que cubre parte de los espacios exteriores del entorno del Hotel Ars de Barcelona.








Ateniéndonos simplemente al sentido de las palabras se puede contrastar el significado de los dos términos en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (RAE), o la definición que se encuentra en wikipedia (W) los conceptos no ofrecen dificultad de definición ni de comprensión.

ARQUITECTURA
RAE
Arte de proyectar y construir edificios.
Diseño de una construcción.
Conjunto de construcciones y edificios.
W.
La arquitectura es el arte y la técnica de proyectar, diseñar y construir edificios, modificando el hábitat humano y estudiando la estética, el buen uso y la función de los espacios ya sean arquitectónicos o urbanos.

ESCULTURA


RAE
Arte de modelar, tallar o esculpir en algunos materiales figuras en tres dimensiones.
W.
Se llama escultura al arte de modelar el barro, tallar la piedra, madera u otros materiales. [...] Es una de las Bellas Artes en la cual el escultor se expresa creando volúmenes y conformando espacios.


Los que tienen cierta facilidad formal, o singularidad, no se mueven por las coordenadas estandarizadas. Consiguen que una cosa sea a la vez dos cosas, o más. Que una obra de arquitectura sea escultórica, o que una escultura tenga una función arquitectónica. 



Puede ser justificable cierto formalismo 'innecesario'. Quizá hoy se abusa del formalismo. También es cierto que el término 'necesario' es relativo ... En un vestido queda bien y es razonable cierto adorno, un broche, ... en una ciudad algunas cosas singulares, que realzan algo significativo. Sin caer en un exceso, que termina en la estridencia superflua.

Sin ser devoto de los formalismos, me gusta contemplar las formas bajo la luz, y analizarlas. Admiro la capacidad creativa de muchos. 



17.5.20

GAUDÍ Y LA NATURALEZA

Se aprecian en la obra de Gaudí los rasgos de su interioridad. Hoy me fijo en algunos:
  • Su observación, admiración y análisis de la naturaleza.
  • Su sabiduría geométrica y matemática.
  • El Espíritu que iluminó toda su obra.
Hace años, la Caixa de Catalunya editó un calendario que ilustraba con imágenes que muestran la simbiosis entre naturaleza y algunos de sus diseños y ornamentaciones que forman parte del edificio de La Pedrera, que había sido adquirido por esa entidad.
Esta 'simbiosis' y este 'formar parte' es sustancial al buen modernismo, en particular en Gaudí: los distintos oficios se introducen en la obra con la personalidad propia de cada artesano.
El arquitecto, como quizá en ninguna otra época, es un auténtico director de orquesta que pretende llevar a  buen término una sinfonía.
Gaudí lo logra, como se puede ilustrar con algunas imágenes.

El caracol y algunos elementos ornamentales ...

Que   también se ve con evidencia en  las escaleras de las torres de la Sagrada Familia ...



Las rocas con casas excavadas -en Capadocia- en las fachadas ...


Árboles y ramas secas forzados por el viento en las forjas de las barandillas ...


Hielo modelado por el viento en algunas chimeneas ....



 Otras chimeneas las identifican con diversos elementos ...



Y es interesante la interpretación como guerreros que hace Subirachs en la fachada de la Pasión ...


El bosque está muy presente en toda su obra ...


Y las flores, con colores vistosos ...


ç

Termino las imágenes con los fantásticos techos del entresuelo, que se pueden ver desde la calle 



...  evocación del mar y del cielo.



Después de ver toda su obra, como la de tantos arquitectos, se concluye que la creación arquitectónica no es ni improvisación, ni partir de la nada. Observación, estudio y oficio.





17.4.20

TEJADOS Y AZOTEAS






En la imagen global solo se distinguen los edificios singulares. En pueblos europeos pequeños normalmente es la iglesia.



Esta es una imagen de postal ... pero es real. Hay muchos pueblos que tienen una imagen similar, con sus tejados homogéneos: con la misma estructura y los mismos materiales. 
En los países mediterráneos -Grecia, Italia y España especialmente- esta imagen es identitaria de una tradición constructiva y de una forma de núcleo urbano rural.

La imagen aérea, de los tejados, se ha ido transformando, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XX. 





A los planos de ensanche -trazado de calles rectas y fachadas bien planificadas- con alineaciones rígidas, se ha sobrepuesto esta imagen libre, llena de variedades que han salido del control 'urbanístico', y han generado un paisaje que es homogéneo en su conjunto desordenado.

Estas imágenes pueden ser de cualquier centro urbano o zona densa de una ciudad española, mediterránea sobre todo.

               


La fachada es la imagen que se pretende: la apariencia. Es lo que persigue cierto diseño. En cambio, en las cubiertas aparece lo espontáneo, lo que cada edificio es cuando piensa que no le ven.
No por eso estas imágenes dejan de tener cierta belleza de lo natural y espontáneo. Lo materiales son sencillos, duraderos, tradicionales en muchos casos.




La imagen de la ciudad, desde las azoteas, tiene un valor expresivo de la realidad. Desde la calle no terminamos de conocer los edificios, ni su conjunto, o lo que es una ciudad como agrupación heterogénea que, curiosamente, ofrece en nuestras ciudades imágenes muy semejantes. Es una lectura más; quizá necesaria para un arquitecto.


En una canción de Serrat se oye decir ... 'que nunca es dura la verdad ... lo que no tiene es remedio ...'  lo digo con una sonrisa, pues esta imagen del sur de Barcelona, desde una azotea de un edificio alto del Raval, me parece entrañablemente bella.















23.3.20

ESTATUAS EN SOLEDAD


Barcelona, como todas las ciudades, tiene esculturas y estatuas en las calles. Son de distintos estilos y épocas. Algunas singulares, especialmente significativas.

En estos días de confinamiento, que está siendo casi mundial, las estatuas están solas, sin nadie que las mire. Algunas parecen aguantar bien esa soledad. Casi diría que solitarias mejoran. Vistas en soledad se expresan mejor y comunican su significado.

Saliendo desde Turó Parc se puede hacer un recorrido hasta llegar al puerto y luego terminar en la plaza de Catalunya.

Nada más salir, en el paseo de Pau Casals, esta su imagen, interpretando una pieza, quizá 'el cant dels ocells' ... Es una música para tiempo de silencio.



Yendo por la Diagonal, hacia Rambla Catalunya, hay una fuente modernista, con una niña sujetando el grifo, pobre rana cazada al vuelo . Ahora nadie bebe, pero la estatua tiene la vida que le falta a la calle. 



Al llegar a la Rambla de Catalunya, justo en su principio, está esta jirafa presumida, ... quien presume sí siente la soledad, ... vacío el interior la imagen no tiene sentido si no es mirada ... 



Bajando la Rambla, al llegar a la Gran Vía, aparece de frente el toro pensador. Es anterior a la prohibición de las corridas de toros en Barcelona -que tenía dos plazas- pero este sujeto -objeto- ya planteaba esto y mas, ... 


De esta Rambla  vamos directamente a una nueva Rambla: la Rambla del Raval. Es otro mundo. El Gato de Botero también está solo. Tiene la ventaja, respecto las anteriores, que, por su ubicación y tamaño, es más visible desde todas las viviendas del entorno.



Y al llegar al puerto, la estatua de Colón. Muy conocida.
¿Necesita el turismo para que tenga sentido mantener el brazo señalando?.
Aunque ni las Américas ni el norte cambiarán con esta crisis, lo que ojalá pase es que veamos más claro hacia donde ir, sobre todo el Norte.
Desde este punto de vista Colón sentiría la utilidad de más de un siglo marcando una dirección.


Termino en la plaza de Catalunya. Todo el mundo pasa por ahí. Todos miran a un lado y a otro, edificios, gente, palomas, fuentes, ... y hay esculturas no muy relevantes, pero que ahí están, y con detalles como este -la Mare de Déu de Montserrat- que pasa inadvertida para muchos, .... pero que ahí está ...


Volveremos a la calle, descubriremos y  apreciaremos más estos y muchos detalles de la Barcelona diaria. Mientras tenemos que 'redescubrir' a los que viven bajo nuestro mismo techo. No es tiempo perdido, es vida reencontrada. 

(Algunas fotos las hice en paseos distintos, otras las he sacado de la red, pero son comunes. Lógicamente no las he podido hacer esta semana).

7.3.20

ARQUITECTURA VEGETAL



La naturaleza es, para los arquitectos, algo más que una fuente de inspiración para proyectar formas.

Es lección de origen de formas estructuradas después de una larga evolución ... lo que el arquitecto pretende hacer en unas semanas o meses de proyecto, la naturaleza lo ha ido diseñando -modelando- en cientos de miles de años, con un resultado superior.

No hay capricho, ligereza o improvisación; todo es necesario, está por algo y para algo. A la vez, es de una belleza que la inteligencia humana -que piensa que es la suprema en esta naturaleza acotada de la tierra- le cuesta igualar, si es que algunos lo consiguen.









Es obra de un Arquitecto que crea una naturaleza que se construye, evolutivamente, de forma maravillosa.

Nos ayuda a ponernos en nuestro lugar, ... y a aprender.

(Las fotos son de María Traver, arquitecta).




16.2.20

ALVAR AALTO Y UNAS CASTAÑUELAS



José Antonio Coderch de Sentmenat era un arquitecto de una obra profundamente pensada. No tiene muchos textos sobre arquitectura, y casi ningún comentario sobre su propia obra.

Por este motivo, entre otros, pienso que tienen valor sus escritos. Aquí reproduzco uno que, al hilo de una anécdota, ilustra su visión de la profesión y de la arquitectura.
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                                                                  ALVAR AALTO


ALVAR AALTO y UNAS CASTAÑUELAS.

En muchas ocasiones me han preocupado los problemas que plantea el ejercicio de nuestra profesión en el mundo que vivimos. Debo decir que muy a menudo la contemplación de las obras de los arquitectos finlandeses me ha servido de consuelo y de esperanza. La arquitectura finlandesa me produce siempre una gran admiración, tanto por las realizaciones particulares de sus arquitectos más destacados y conocidos, como por la obra conjunta de todos ellos. Y quizá sea esto último, tan meritorio y tan difícil de conseguir, lo más importante, porque revela la existencia en este país de un gran número de arquitectos que respetan los valores esenciales del hombre y del mundo que nos rodea. Saber tener en cuenta estos valores es ya, por de pronto, adoptar la única postura correcta -ética más que estética- en el ejercicio de nuestra profesión.

Cuanto digo en este breve escrito es algo que suelo repetir con frecuencia a quienes me quieren escuchar. Mis  alumnos de la Escuela de Arquitectura de Barcelona lo saben bien. En ciertos países, como España e Italia por ejemplo, existen muy buenos arquitectos, pero la media profesional es, en cambio, muy baja. En este sentido, el contraste con Finlandia es muy acusado. Se trata de un hecho que siempre me ha llamado la atención, y quisiera saber por qué ocurre así y cuáles son las causas a que obedece.

Un compañero suele decir a los jóvenes que las funciones de una sola variable únicamente existen en los libros de matemáticas. En la vida humana todas las funciones tienen incontables variables, y una de las causas de la angustia de nuestra juventud estriba en su inconsciente manía de simplificación. Esta juventud no acude en demanda de consejo a los sabios en primer lugar porque casi no existen, aunque otra cosa parezca, pues los sabios de hoy día no son sabios, sino científicos, técnicos de la cultura o especialistas. Un pensador español, Ortega y Gasset, escribió hace tiempo que por culpa del actual especialismo no compensado resulta que "cuando hay mayor número de hombres de ciencia que nunca, haya muchos menos hombres cultos que, por ejemplo, en 1750". Creo que los verdaderos sabios habría que ir a buscarlos entre el pueblo, donde todavía existe ese respeto a los valores esenciales del hombre a que antes me refería.

No recuerdo quién me hablaba de que la cultura actual es casi siempre una cultura de confección.
Pienso dedicar a Finlandia unas largas vacaciones en cuanto me sea posible, y no sólo para ver las obras de sus arquitectos, sino porque creo que el pueblo finlandés tiene como muy pocos ese don de la humana sabiduría. En esto, en que su saber y su cultura no son de “confección”, sino adaptados seria y noblemente a la vida, acaso resida el secreto de las buenas obras de arquitectura que allí florecen.

Nunca olvidaré la impresión que me produjo la primera conferencia que Alvar Aalto dio en Barcelona. Sus palabras fueron la negación de la pedantería y del dogmatismo. Eran como un canto sereno y profundo a la verdadero conocimiento humano, a la decencia y al sentido común.

A este propósito quisiera contarles a ustedes una anécdota muy significativa. Estando Alvar Aalto en Madrid, manifestó el deseo de hacer algunas compras, y un compañero mío se ofreció a acompañarlo. Como el tráfico era muy intenso y resultaba prácticamente imposible encontrar aparcamiento, dicho compañero dejó solo a Aalto en una tienda, y después de dar varias vueltas lo recogió otra vez. Aalto mostraba gran satisfacción por una compra que había hecho y que mostró orgulloso a su acompañante: se trataba de unas magnificas castañuelas. Mi compañero le preguntó cuánto le habían costado, y al decirle Aalto el precio aquél montó en cólera y volvió inmediatamente a la tienda. Allí protestó pero el dueño le dijo que el precio era justo; que él le había mostrado primero castañuelas baratas, para turistas, después otras mejores, y que, finalmente, Aalto se había llevado las mejores castañuelas que tenía en la tiendas ¡unas magníficas castañuelas de concierto! Ni que decir tiene que Aalto no era, ni creo que lo sea ahora, un entendido en castañuelas.

Me parece que esto tiene mucho que ver con las virtudes de ustedes y del pueblo finlandés. También, con el 75 aniversario de la Asociación de Arquitectos Finlandeses. Sospecho que cualquier ciudadano de ese noble y querido país, puesto a elegir castañuelas en su viaje por España, se decidiría, como Alvar Aalto, por unas castañuelas de verdad.
28 - 5 – 67 

J. A. Coderch de Sentmenat

12.1.20

CASA EN CADAQUÉS, JOSÉ ANTONIO CODERCH - 1956.

Cadaqués, en la Costa Brava, tiene una personalidad propia. Es pura 'mediterraneidad'.

No es fácil introducir un proyecto que a la vez sea actual y se aprecie connatural.
Que no rompa la armonía del conjunto, y que lo potencie, sin presunción.

Pienso que en este edificio, pequeño y sencillo, Coderch lo consigue.


No es arquitectura vernácula. El diseño de los detalles, de las carpinterías, es racional y puro; de vanguardia en su tiempo.

Y el interior muestra una composición de belleza plástica. Materiales tradicionales y simplicidad.


Luz, texturas, sobriedad sin adornos.



Una obra humilde ... una gran obra.

(Fotografías de Català Roca)