28.12.22

EDIFICIO COMPOSITOR BACH. CODERCH 1958

 

Interesa situarse en 1958 para valorar este edificio que hoy sigue siendo actual -'moderno'-, porque tiene elementos simples muy bien trabajados: técnica, funcional y estéticamente.




La primera imagen -primera impresión- son suficientemente explícitas. Y al observar y analizar la planta se reafirma la racionalidad, el saber componer en planta, ...



Finalmente un visión desde una esquina muestra que también el volumen, simple, tiene detalles -hasta la cubierta- que lo hacen proporcionado y bello.


Las tres fotografías anteriores son de los años 60, las hizo Catalá Roca, la siguiente fotografía es actual: es evidente que además de buena arquitectura es arquitectura bien construida.




En realidad, una obra mal construida nunca será buena arquitectura; sí hay arquitectura bien construida que no es 'buena arquitectura' ... porque se requiere algo más.

Parte del valor de la obra de Coderch es el alto nivel constructivo, con lógica mediterránea. 

Copia de las fotografías de Català Roca cedidas por Pepe Coderch.





30.10.22

MUROS MEDIANEROS


A veces es inevitable que existan muros medianeros vistos. Ciegos para respetar servidumbres y otros derechos de propiedad.

De hecho forman parte de una imagen común de los desarrollos de ensanche, que durante los últimos cien años han sufrido vaivenes normativos, cambios de alineaciones y alturas reguladoras.

Este hecho no es una condena sin solución estética. Existen ejemplos de buena factura.







Casi podría afirmarse que de la dificultad emergió una solución expresiva. 




No sólo depende del arquitecto. También el promotor -público o privado- debe tener la sensibilidad para destinar parte del coste del edificio a algo aparentemente marginal. Al final  nada es marginal, todo suma en beneficio de todos.




Otro ejemplo similar de la década de los 70, que era un momento de crisis de medianeras.







Hay ejemplos en todas las décadas. Cuestión de seguir observando.



13.8.22

VECINOS BIEN AVENIDOS




No es fácil hacer un edificio nuevo junto a una arquitectura histórica -gótico civil en este caso- de buena calidad, que convivan de forma que la historia quede resaltada y la modernidad se pueda alabar por su categoría y discreción.



La parte más reciente del colegio de arquitectos, junto a la Plaza de la Catedral de Barcelona, me parece un buen ejemplo. Para muchos y, sobre todo, para los turistas este edificio pasará inadvertido. No distrae nada del gótico sobrio y sencillo al que acompaña.
Tan discreto que cualquiera de ellos -turistas e incluso ciudadanos de aquí- ante la imagen anterior, del palacio  gótico se les irá la vista a las torres del fondo, que son de la muralla medieval de la ciudad.
Y en medio ... este edificio que sabe estar y completa este entorno tan singular.



Además es un edificio en el que estructura y construcción están limpiamente resueltos.







Si este edificio fuera malo y feo a nadie le pasaría inadvertido. 
En 2023 cumplirá 30 años. Es otra virtud mantenerse actual y en buena convivencia con el paso de los años. La vida útil de un edificio se estima en 100 años, si son residenciales, y para otros usos la obsolescencia les llega antes. 
A éste no parece que le vayan a salir arrugas y menos que antes quede para el desguace  ...


23.4.22

MEDITERRÁNEO, SOL Y CELOSIAS

 

El sol en los países mediterráneos tiene un brillo especial. La luz es intensa y viva, no roba los colores, al contrario los potencia.

En arquitectura se han ido generando distintos recursos para modular esa luz. A veces darle el protagonismo que merece, otras tamizarla, para crear un ambiente interior relajado y una fachada exterior también suavizada.

Un maestro de estos recursos fue Josep Lluis Sert, que supo mediterraneizar la arquitectura que aprendió de Le Corbusier. 




Se pueden ver otros ejemplos en arquitecturas más cotidianas, como este edificio de la calle Escorial de Barcelona: la composición que resulta de unas soluciones constructivas diseñadas y ejecutadas con precisión, ofrece una imagen sencilla, racional, nada fría: se intuye que los espacios interiores tendrán una luz adecuada.


O este otro ejemplo del edificio de Ricardo Bofill del que ya he hablado.



En muchas celosías el elemento común es la cerámica -el barro, arcilla cocida- que es genuinamente mediterráneo con más de dos mil años de historia constructiva.

La arcilla cocida tiene mucho a favor: el color de la tierra, su comportamiento ante el agua y la temperatura, ... se amolda muy bien a ese entender la arquitectura como oficio de conformar en la tierra y con tierra un hábitat para el hombre.

Hoy existen otros materiales, como los hormigones polímeros, que ofrecen nuevas posibilidades. Se mantiene el concepto de fondo, como en este edificio del puerto de Barcelona.


Ejemplos como este hay muchos, y en mas latitudes; pero interesa recordar que en el Mediterráneo los edificios no sólo son un juego de volúmenes bajo la luz, sino que tienen que introducirla en interiores generando espacios acogedores, serenos o llenos de vida, brillantes o en penumbra, ... la luz da buena vida a los espacios siempre que se trqabaje como un componente básico del proyecto.

La sombra también es un componente básico del que habría que hablar ....

6.2.22

EDIFICIO DE RICARDO BOFILL EN LA CALLE JUAN SEBASTIAN BACH



Ricardo Bofill falleció el pasado 14 de enero. 

Un arquitecto destacado, de una obra muy extensa y variada. No cabe duda sobre su capacidad e inteligencia. Como muchos, tuvo varias épocas, un camino largo con un argumento singular. 

Me parece de lo más valioso de su obra el primer capítulo: aquellas obras de Barcelona, de los años 60, en los que el Taller de Arquitectura daba sus primeros pasos. 

Siguen las fotos que hice un día de buena luz al edificio en la calle de Juan Sebastián Bach.



Llama la atención el contraste de los edificios vecinos: de apenas 10 años antes.

La fachada se limpió, pero siempre ha mantenido su buen aspecto y, sobre todo, un diseño moderno, casi intemporal. Muy elegante y proporcionado. 



Cualquiera que lo ve piensa en un arquitecto maduro, ... y apenas tenía treinta años. Es propio de esos que tienen una capacidad extraordinaria, y que en sus primeras obras se refleja el interior espontáneo, sin una elaboración rebuscada, en la que no hay el compromiso con el éxito ni con el estilo adquirido ni, contrariamente, con la necesidad de cambiarlo.



Especialmente interesante es la planta de este edificio de viviendas: resuelve con maestría una situación compleja de parcela entre medianeras, con un patio posterior difícil, genialmente diseñado.