13.2.21

EL PALAU DE LA MÚSICA, DE DOMÈNECH I MONTANER



 


Muchas tardes o noches de conciertos ... Es muy amplia la programación del Palau y la oferta general de música en Barcelona. Todo tipo de músicas. 

El proyecto es del arquitecto modernista LLuís Domènech i Montaner. El espacio tiene unas proporciones y unas formas que lo hacen acogedor.

Durante el descanso del concierto uno se puede fijar en las columnas y en las vigas que se dibujan en el techo. Descubriréis que la estructura es muy clara y se adivina que está hecha con elementos sencillos.

La decoración es rica y elegante. Los detalles tienen contundencia.



Si se indaga un poco en el arte nazarí, en detalles de la Alhambra de Granada o de Córdoba, veréis fuentes que sirvieron de inspiración para esta obra.




 


La labor de los artesanos -ceramistas, vidrieros, forjadores, carpinteros, ... - es prodigiosa. Es lo que más parece que aprecian los ojos de los visitantes y turistas, porque exultan de esa aparente riqueza. 

Pero lo que realmente les maravilla es la armonía del conjunto, el color, la luz. 


Impresiona más de día que de noche -hay conciertos los domingos por la mañana- pero ahora, con la última restauración y la tecnología actual, se ha hecho una iluminación tenue y equilibrada que hace que la noche no tenga nada que envidiarle al día.





La música es un arte especial pues incide muy directamente y de forma instantánea en las emociones y en los estados de ánimo.

Es frecuente que en un estudio de arquitectura, en determinadas zonas o en determinados momentos, se escuche música. No sólo es algo compatible con la labor creadora, si no que puede ayudar y estimular esa capacidad. 

Estado de ánimo y un cierto grado de inspiración ayudan a proyectar ... pero sobre todo el trabajo, ... las horas, ... el análisis, ... el estudio, todo compatible con el acompañamiento de unas buenas notas.