22.6.12

CASA VICENS, DE GAUDÍ

El otro día, de camino para hacer una gestión, pasé por la calle de Les Carolines -una pequeña calle del barrio de Gràcia- en la que hay una casa proyectada por Gaudí que es menos conocida y, lógicamente, menos visitada que sus otras obras de Barcelona. Es una obra menor del arquitecto.
Después de hablar sobre casas de diseño viene bien tratar sobre este edificio.


A mi me parece una lección de un trabajo con muchas bases de apoyo: estudio de la tradición de un estilo histórico -el mudéjar-, elementos tomados de la naturaleza, práctica de composiciones asimétricas, utilización de las técnicas y materiales de la época y, sobre todo, un trabajo hecho con mucha dedicación, pues es evidente que este edificio ha sido minuciosamente diseñado, hasta el detalle.


El asunto del historicismo -toda arquitectura 'neo'- ha sido siempre un tema de debate. Tiene detractores y defensores. Además, los que lo manifiestan suelen hacerlo de forma apasionada, en un sentido o en otro. Incluso algunos arquitectos han pasado por etapas de su vida en la que fueron entusiastas de las dos visiones contradictorias: Ricardo Bofill -por poner un ejemplo del que pienso publicar varias obras- y otros muchos.
Una arquitectura neomudéjar, o neogótica, o neoclásica, o ... puede calar en la esencia de los estilos o quedarse en un maquillaje, algo así como un decorado de cartón piedra. Pero esas caricaturas de los estilos históricos no son los ejemplos en los que fijar la mirada. Por eso es buena esta obra para ver un buen neomudéjar y valorar luego el mudéjar histórico. Así, quizá esas contradicciones son sólo aparentes. Porque uno puede oscilar, sin contradicción, entre la reinterpretación de la historia y vivir el presente.


Me admira el estudio que Gaudí hizo de toda la tradición arquitectónica, y cómo realizó sus obras utilizando ciertos elementos históricos, materializados con sus singulares estructuras y con su sabio manejo de todas las artesanías de finales del XIX.


Este espíritu que aprende del pasado y vive el presente con afán innovador es algo que valdría la pena imitar. Pienso que podría ser un punto de referencia para una época aparentemente 'informal' pero llena de manierismos sin fundamento.


7.6.12

IDEALES Y REALISMO


‘arquia / becas 2012’ es una convocatoria de la Fundación de la Caja de Arquitectos -un pequeño banco corporativo nacido en Barcelona- que promueve estas becas para que arquitectos recién licenciados tengan un periodo de prácticas en 20 de los estudios más prestigiosos de Europa. La relación de los estudios lo dice todo:
Aires Mateus e Asociados (Lisboa) / Alberto Campo Baeza (Madrid) / Álvaro Siza (Oporto) / Alejandor Zaera Polo (Londres) / BIG Bjarke Ingels Group (Copenhaguen) / Carme Pinós (Barcelona) / Carlos Ferrater (Barcelona) / Cruz y Ortiz (Sevilla) / Dominique Perrault (Paris) / Norman Foster (Londres) / Herreros Arquitectos (Madrid) / Herzog & de Meuron (Basilea) / Lacaton & Vassal (Paris) / Mansilla + Tuñón (Madrid) / Miralles Tagliabue (Barcelona) / MVRDV (Rótterdam) / Nieto Sobejano (Madrid) / Patxi Mangado (Pamplona) Rafael Moneo (Madrid) / RCR Aranda Pigem Vilalta (Olot).
Bases, inscripción y propuestas: www.arquia.es/fundacion/becas
En la tarjeta de difusión hay un texto llamativo. Propone el tema de la beca, algo así como la finalidad que deben pretender los aspirantes: el ideal propuesto. Lo transcribo porque incita a la reflexión y al debate.
Tema: ¡Penitencia!
En un momento delicado para la imagen social de nuestra profesión, reflexionar sobre como ha llegado a ser partícipe imprescindible del gran expolio inmobiliario puede ser un buen aviso para aquellos que aspiran a incorporarse a la misma.
Sabemos del potencial de la arquitectura para mejorar el mundo y crear maneras diversas de estar en él y sabemos también del potencial inverso de la misma en manos enfermas para destrozar nuestros modos de vida y paisajes.
Conociendo ya la cadena de personajes implicados en el derrumbe de nuestra economía y el Gran Timo social, vamos a imaginar una arquitectura contradictoria capaz de activar lo mejor del paisaje y que sirva a la vez de sitio de penitencia para sus usuarios.
Atónitos ante la impunidad que demuestran con injusticia de nuestro país, los implicados serán enviados a un lugar de justicia más avanzada y de clima extremo para que reflexionen sobre sus desmanes.

Sigo pensando que es necesario un gran ideal; imprescindible para trabajar con sentido. Pero el planteamiento podría llevar a aspiraciones engañosas. La arquitectura de estos maestros y trabajar en sus estudios puede ser una experiencia inolvidable, un impulso para tener miras altas.
Ni esos 20 afortunados ni cualquiera de nosotros -arquitectos de a pié- debemos perder de vista el terreno en el que nos desenvolveremos al regresar a nuestras trincheras. La batalla será la arquitectura cotidiana, esa casa o reforma sencilla, bien resuelta, con aquellos ideales que tuvimos pero con la modestia de quien no pretende lucimiento personal, y menos a costa de los clientes.
Se puede perder de vista que el fin principal no es la obra de arquitectura sino el servicio al cliente y sus aspiraciones. Está claro, no hay que engañarse, que  el mejor servicio es una buena obra de arquitectura, sin confundir ésta con la autoafirmación.



Del texto transcrito lo único que no suscribo -si el autor quería transmitir lo que parece decir lo escrito- es esa pretensión de que 'sirva a la vez de sitio de penitencia para sus usuarios'. Se merecen lo contrario: que les haga la vida más amable y, en lo posible, que alivie las contrariedades que ya tiene la vida por sí sola. Es lo que pienso.


10.5.12

CASAS DE DISEÑO (3): DISEÑO Y PRECISIÓN

La palabra ‘preciso’ tiene un doble significado que es muy útil para empezar a hablar de lo que estaba pensando hoy.

Algo ‘preciso’ es aquello que se ajusta exactamente a lo previsto, en el campo técnico a lo proyectado. Pero también se refiere a lo que es necesario. Esa doble vertiente, de exactitud y necesidad, me parece interesante, ya que en un proyecto deberían ser atributos imprescindibles. Lo que se proyecta debería tener ese fundamento racional, que evita lo arbitrario en lo esencial. Nadie, con sentido común, se juega a los dados algo importante ...

Esto pienso que no está reñido con el ornato, con el detalle ‘decorativo’ –basta ver el modernismo- y menos con la libertad creativa que debe haber en toda obra. Libertad, sí!. No arbitrariedad ni capricho.
Un detalle de la Alhambra de Granada.
Encierra mucho saber de geometría y un gusto exquisito.

Tampoco implica esto reducir la tarea de proyectar a un simple funcionalismo sin alma, ni caer en rigideces absurdas. Pero la labor creativa no es, en el caso de los humanos, hacer de la nada ... sino hacer partiendo de la cultura, de la historia y, en nuestro caso, del saber construir.
También educar el gusto, la sensibilidad. Como se suele decir: sobre gustos ... hay mucho escrito, pero hay que leerlo.
Es cierto que determinadas obras tienen una finalidad principal de imagen, incluso de tótem o de escultura. Algo de esto hay en ciertas obras ‘de autor’ de las que hablé hace varios meses. Pero la excepción no puede ser la norma para los que estamos en la trinchera, guerreando a pié. Ocurre que quien se propone obras ‘modestas y discretas’ pero las trabaja mucho, sobre todo estructural y constructivamente, termina por hacer grandes proyectos. Arquitectos y obras para ejemplificarlo hay a montones.
En cambio quienes pretenden grandes proyectos, y los confían a unos ‘croquis geniales’ terminan haciendo pequeños homenajes a la mediocridad. Pienso que no es necesario poner ejemplos. Incluso uno piensa que ya le ha pasado alguna vez.

Para mí un paradigma creador, de diseño y precisión, es Alvar Aalto; luego habría una larga lista de arquitectos a los que admiro. Coderch en lugar principal. Era tremendamente riguroso en sus planteamientos y ‘cuidador’ de los detalles hasta la obsesión.


Casa proyectada por J.A. Coderch

Hablando de Alvar Aalto, es interesante la tradición arquitectónica finlandesa. Nos llega al estudio una revista que valoro mucho, se llama 'PUU'. Trata, sobre todo, de casas de madera que se proyectan y construyen en Finlandia. Se nota la tradición arquitectónica del país y el alto nivel de diseño y precisión. Un lujo!.



El día 17 de mayo se cumple un año de la primera entrada de este blog. Seguiremos poniendo por escrito temas sobre arte y arquitectura.

Hasta pronto!


31.3.12

CASAS DE DISEÑO 2

Hay una película que me parece muy ilustrativa de lo que pienso sobre las 'casas de diseño'. Es de Jaques Tatí y se titula 'Mi tío'. Ganó el oscar de 1958 a la mejor película extranjera. Como suelen decir los cinéfilos: de obligatoria visión.


La película versa sobre unos personajes singulares. El central es, lógicamente, 'el tío' y le sigue el sobrino. El sobrino está entre dos mundos: el que sus padres le quieren hacer ver, el que ellos viven de forma superficial y esnobista, y el de su tío -genial Jaques Tatí- despreocupado, sincero, algo despistado, natural, ... sin caer en la simplonería, todo lo contrario... lleno de detalles humanos.

La mayoria de las escenas se desarrollan en la casa de ese niño con sus padres. Es una casa de diseño, parodiada en múltiples escenas de vida cotidiana realmente incómoda.
Se exagera con mucho realismo la preocupación por la imagen, de una vida hacia afuera, como en un escaparate en el que se muestra lo felices que parecen ser estando tan a la última ... pero sólo lo parecen ... lo son?


Al final eso, puro escaparate. Sin sustancia y sin alma. Deseo de aparentar, de lucimiento.


Tengo un amigo que tiene un blog muy seguido y muy bueno que se titula 'Árboles con alma'. Pienso que también las casas tienen que tener alma. Si no ... ay! ... qué cúmulo de despropósitos podemos hacer soportar a los demás.



Tatí, con humor, da grandes lecciones ...
Hay que proponerse hacer casas con alma ... no de diseño. 


5.3.12

CASAS DE DISEÑO 1

Pensaba empezar por lo que entiendo por casas 'antidiseño' ...  pero lo haré en la segunda entrada sobre este tema. La tercera irá sobre una idea que me ronda la cabeza en estos meses -'diseño y precisión'- que terminará en una conclusión a la que me gustaría dirigirme: 'diseño, razón y sentimiento'. En la base de todo esto está el binomio diseño y naturaleza. La naturaleza en la que existimos y, sobre todo, la propia naturaleza humana. Lo que el hombre hace tiene que ser reflejo de una naturaleza racional, armónica ... y, además, la arquitectura buena nos conmueve con un especial sentimiento humano.


Huyendo de pintoresquismos, ciertas imágenes de arquitectura rural tienen una belleza especial. En ellas no hubo ninguna intención de 'diseño' y en cambio tienen el atractivo de lo genuinamente humano.


 
Es cierto que esa arquitectura espontánea está también llena de ejemplos de desequilibrios. Tiene su explicación. Si se analiza cómo se generó cada edificio, la época y los principios que la motivaron, se explica, en muchos casos, las causas de los desvaríos. Épocas de especulación, de materialismos de cualquier signo, de pensamientos débiles,... de ahí salieron desmanes que son lecciones para hoy. Podríamos hacer un mapa de ciudades en los que, en lugar de barrios, habría que marcar con color las distintas zonas, en función de la calidad del pensamiento que engendró cada una, que suele corresponder con la calidad urbanística y arquitectónica. Esto se puede hacer sin ser tendencioso. Hay cosas buenas y malas de distintas ideologías.


Lo bello muchas veces es sencillo. Decía Pemán -hablando de poesía, pero trasladable a otros campos- que una obra era naturalmente bella cuando parecía engendrada sin esfuerzo... porque era eso... 'natural'. Y hacía incapié en eso de que 'parecía', porque a los hombres llegar a una síntesis simple y bella nos cuesta mucho esfuerzo. La sencillez supone un trabajo grande de depuración. Desconplicar nuestros razonamientos, quitar intenciones que nos apartan del fin. Esto último es un punto básico a la hora de proyectar.


Quién no ha tenido la intención de hacer 'una casa de diseño'! ...


24.2.12

TÀPIES (2)

En estas semanas, con motivo de la muerte de Tàpies, hablar de arte ha sido frecuente; con unos y otros... en tertulias de amigos... a solas con alguien. Reproduzco una entrevista interesante que le hicieron a Tàpies. Ayuda a entenderle y a cuestionar qué es arte.

Dadaísta, surrealista, matérico, abstracto, informalista, inencasillable... Uno de los cinco grandes artistas vivos del mundo, Antoni Tàpies, es un pintor autodidacta.
No fue a ninguna escuela de Bellas Artes, tan sólo unos días a una academia de un tal Valls. “Todo me lo hice yo solo, y llevado de una gran necesidad espiritual, comencé a pintar y las cosas me salieron así, como un gran revulsivo espontáneo ante el entorno social de la época, los años cuarenta”.
Así empieza una larga conversación con Antoni Tàpies en su casa barcelonesa de la calle Zaragoza.
-¿Le influyó más el dadaísmo o el surrealismo?
-Fue paralelo. Lo que pasa es que los dadaístas eran mucho más brutales. Precisamente resultó fundamental un artículo publicado en la revista D’Aci D’Allá firmado por el poeta J. V. Foix, con quien me unió una gran amistad.
-¿A qué pintores reconoce usted como maestros?
-Para un joven de Barcelona, qué duda cabe que la gran influencia de Picasso, por una parte, era inevitable, por su ruptura con la pintura académica. Siempre decíamos que Picasso había metido la pintura académica en un caleidoscopio y la iba revolviendo...; además me influyó su posición humana. A continuación citaré a Joan Miró, de quien llegué a ser buen amigo.
-¿Cuáles son sus creencias, sus ideas y sus opiniones sobre el arte?
-Esto es difícil, es hablar del contenido de las obras de arte. En realidad no se pueden explicar intelectualmente. Nosotros nos movemos a un nivel de emociones, de sentimientos, de ideales; no nos comunicamos con ideas intelectualizadas, no hay comunicación normal, pero sí hay una comunión; el espectador nota que entra en el espíritu del que ha hecho la obra, aunque no sea de una manera racionalizada.
-¿Ha hecho usted realidad sus ilusiones de artista?
-¡Hombre!, creo que las voy poniendo en práctica poco a poco, incluso he creado una fundación que es como una continuidad... Yo, de joven, comentaba con mi amigo el poeta Brossa lo bonito que hubiera sido tener como una especie de templo desde el que hubiéramos podido irradiar nuestras ideas. La fundación quizá sea eso.
-¿Se considera o se ha considerado encasillado en un ‘ismo’?
-Me han encasillado a veces, sí, especialmente en el informalismo, en aquella etapa matérica de la que le hablaba antes, y de la que yo estoy orgulloso porque es una aportación muy importante a la historia de la pintura, pero no me gusta que me encasillen.
-¿Cómo trabaja Tàpies?
-Desde jovencísimo noté que el material tradicional de la pintura, el óleo, tenía unas connotaciones propias de otra época y en seguida intenté buscar mis propios materiales. Ya en mis primeros cuadros hacía muchos collages, la pintura la mezclaba, le pegaba carteles, cartones, hilos... Cada material expresa alguna cosa; un cuadro no sólo se expresa a través de las imágenes que hacemos, sino por la manera como está hecho... Yo trabajo mucho la materia.
-¿Cuánto tarda en un cuadro?
-No tengo una norma fija. En general son rápidos, me gusta que la cosa salga muy espontánea.
-¿Qué diría Tàpies si, ante un cuadro suyo, alguien no lo entendiese?
-Eso de ver la obra con los ojos inocentes me gusta mucho, en realidad es una imagen, quiere decir que nos hemos de aproximar a la obra de arte sin prejuicios, sin otras ideas que ya nos han inculcado; pero eso no quiere decir que hayamos de estar en blanco; yo siempre he creído que esa comunión que se produce entre la obra y los espectadores de que le hablaba antes, hay que prepararla, fomentarla. No se da automáticamente.
-¿Cree que el artista debe estar comprometido con su tiempo, o por encima de él?
-Quizá las dos cosas. El artista, por una parte, refleja la realidad de su entorno, el estado de conocimientos de su época; pero, por otra, somos unas gente de una sensibilidad especial que ayudamos a crear la realidad...
-¿Ha tenido algún fracaso, algo que haya querido hacer y no hubiera conseguido?
-No me he puesto metas. Siempre tengo la sensación de que soy un amateur del arte, estoy como improvisando siempre... No me lo he planteado y así no detecto lo que pudiera llamar un fracaso.
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Se puede ser amante del arte clásico y del más vanguardista... y del prehistórico. Esos 'tres amores' no están reñidos entre si, ni con que no terminemos de entender ninguno de ellos. En ese caso no se puede decir que el amor sea 'ciego',  pero si algo irracional.
Pienso que no hay que decantarse definitivamente por ninguno de ellos, y a la vez habrá que admitir que todo eso puede ser arte... no sólo lo bello. Aunque lo bello nos parezca 'más arte'... y quizá lo sea... porque, como me decía un amigo filósofo, el ideal de arte parece que tiene que  encontrarse en lo 'bueno-bello', expresión que en la Grecia clásica tenía un término preciso. Parece que lo tenían claro.


9.2.12

TÀPIES (1)

Hace 48 horas murió Tàpies.


Siempre le tuve admiración. Coderch proyectó y construyó su casa y estudio en Barcelona. Otro día mostraremos el proyecto. Ellos eran amigos, al menos se conocían bien y sentían recíproca admiración. Tenemos en el estudio dos litografías firmadas por él, que le regaló a Coderch.
Ayer y hoy he leído con interés lo que la prensa traía sobre el personaje y su obra.



La pintura siempre ha sido un vehículo de expresión. No sólo, ni principalmente, es ni pretende ser imagen de la belleza. En la prehistoria era ritual o, quizás, formaba parte de una narración. Esta finalidad fué más clara en el antiguo Egipto. En otras épocas el arte religioso fue visualización de la fe y catequesis. Con el renacimiento se idealizó la razón. Los románticos utilizaron la pintura como expresión apasionada. El impresionismo investigó las sensaciones. Hasta llegar a la abstracción: la fotografía había liberado a la pintura de la necesidad de reflejar la realidad física. En este tramo final del siglo XX ha existido otro realismo, nuevo, que muestra un mundo distinto: Antonio López (recomiendo ver la película 'El sol del membrillo').
Tàpies está en el camino de la humanidad, de esta humanidad pensante. Rompedor. No hay que entender su pintura. Simplemente hay que verla (así lo expresaba un sabio crítico). Si acaso, entenderle a él: con su cierta angustia existencial.


La pintura de los maestros es expresión certera de un pensamiento sólido. Así es en Tàpies. Muchas veces sobrecogedor. Transmite el desgarro ante la falta de certezas. Es tremendamente sincero. No quiere 'agradar'.




Si te gusta el silencio, y meditar, no resulta difícil permanecer tiempo delante de uno de sus cuadros. Dicen cosas. No es un arte para 'intelectuales', tampoco para una mente superficial. No entiendo muchas de sus obras, pero me doy cuenta que la vida del hombre es un misterio si no 'vemos' el fin, ... cómo podemos decir lo contrario? ...



Repite el signo + en muchos cuadros: 'suma' o 'cruz'? ... o las dos cosas ...



Releeré sus libros -los tenemos en el estudio- y seguiremos hablando del personaje y su obra ... de su pensamiento.

20.1.12

UNA VISIÓN DEL DETALLE GÓTICO


Pasear por el barrio gótico resulta muy agradable. Me gusta hacerlo a horas tranquilas, en silencio.

Cuando se está 'entre piedras antiguas' se nota una cierta conexión con la historia. Estás viendo lo mismo que vieron unos ojos hace 500 años. Verlo ahora lleva a pensar por qué lo hicieron, ... con esas formas tan concretas. 

En todo diseño se termina adivinando la finalidad, pero en el gótico esa finalidad nunca es meramente formal.

Estos detalles envejecidos tienen una belleza especial y mucha fuerza expresiva.



Una gárgola, una puerta, la base de un enmarcado de puerta -la columna del arco que practica el hueco en el muro- ...




Algo roto, que el tiempo le da una belleza especial. No sé si pasará lo mismo con los edificios de ahora.




Existían unos gustos formales -lo que ahora es la moda- pero con un fundamento más sólido. También el 'formalismo' del renacimiento tuvo su razón de ser. Pero, a mí, el gótico me atrae especialmente.

En el modernismo se adoptaron ciertas tradiciones estéticas del gótico. Hubo un historicismo formal y una reinterpretación de las formas.

Gaudí fue muy audaz en ese camino. Siguió una línea a la vez historicista y naturalista. Reflexionó sobre el sentido del ornato, de cómo debía ser el ornamento. Este debía salir de forma natural, como afloran las plantas según su especie.





El proyecto -o el diseño- comenzaba por la estructura -como en el gótico- y progresaban las formas, construyéndose, hasta llegar a su materialización artesana. Al final ves que la parte decorativa la ponían los artistas -escultores y pintores- o los artesanos -ceramistas, forjadores, vidrieros, ...-

Razón, arte, oficio, ...


1.1.12

REINVENTARSE O RENOVARSE?


En los últimos meses, al hablar con unos y otros, con muchos compañeros  de profesión y amigos, que están en sectores que pasan por situaciones como la que está afectando al mundo inmobiliario y al de  la construcción en general, sale esta expresión ... 'estoy pensando en reinventarme'...
Parece lógico y positivo tener una actitud proactiva -en terminología de moda- y no cruzarse de brazos ante un horizonte que se presenta cerrado y sin aparentes perspectivas.
Los arquitectos pensamos nuevos servicios que podemos ofrecer, nuevos territorios de conquista -es frecuente oir que uno u otro está abriendo senda en un pais de Suramérica o de Asia- ... todo esto está muy bien, y es  necesario. Hay que hacerlo.
En este sentido el viernes pasado, para  cerrar el año, compartíamos mesa Andrés y yo, hablando y proponiéndonos ideas para generar nueva y mejor actividad para el estudio. Vimos cuatro vías de  acción  interesantes, que nos proponemos sacar adelante con los medios que tenemos, con los estudios de Barcelona, Aragón, Comunidad Valenciana y Madrid asociados en trabajos que hemos hecho; y con los arquitectos de Serbia, China, Francia, Italia, Líbano, Argentina, Brasil, Hungría, Estados Unidos y de otros países que  habéis colaborado en el estudio en los últimos años.
Los medios de comunicación y las posibilidades de multiplicar la presencia en muchos sitios hacen que el campo de trabajo sea prácticamente universal. Y esto conviene y nos proponemos estar.
Pero también  hay que pensar hacia adentro: reflexionar sobre lo  que  hemos hecho y cómo lo hemos  hecho. Sigo dándole vueltas a  eso de reinventarse. Personalmente me convence  más el concepto renovarse. Volver a ser nuevos, a ver las cosas como nuevas o  desde un punto de vista nuevo, a ser originales ... que es volver al origen. Me gusta todo aquello que supone ir a la raiz de una cosa, también de los problemas.
Hay una característica de esta crisis que da qué pensar: la crisis actual no es, de momento y aquí, para la mayoría de las personas, una crisis de quedarse sin techo, de pasar hambre, ni de guerra. Está fallando el sistema - así se dice y así es- porque hemos fallado nosotros. Somos víctimas de nuestros excesos ...y, sobre todo, de nuestros defectos.
De forma recurrente me vienen esas palabras de Coderch, que para mi son programáticas ... todo un proyecto de  vida en el trabajo:
... Al dinero, al éxito, al exceso de propiedad o de ganancias, a la ligereza, la prisa, la falta de vida espiritual o de conciencia hay que enfrentar la dedicación, el oficio, la buena voluntad, el tiempo, el pan de cada día y, sobre todo, el amor, que es aceptación y entrega, no posesión y dominio. A esto hay que aferrarse.



El cambio hacia una nueva época tiene que empezar -está empezando!- por un nuevo ímpetu en la forma de trabajar. Con un reforzado espíritu de estudio, de profundizar en lo que hacemos, de valorar lo poco y lo pequeño, el detalle. Porque esto es necesario para ganarse al cliente, para fidelizarlo, para merecer hacer algo. Sí, el trabajo hay que merecerlo.

No valen escusas. No podemos decir que hemos sido víctimas de un capitalismo liberal -sin nada que lo frenase- que nos ha utilizado, a nosotros y a nuestra profesión, para producir su arquitectura al servicio de la especulación y, tantas veces, falta de sentido. Más útil nos será examinar si en alguna ocasión fuimos sus cómplices.

No cabe duda: hay mucho trabajo por hacer: en Barcelona y en todas las ciudades de la vieja Europa. No son un organismo muerto. Están convalecientes de una sobredosis de avaricia y orgullo.

La reactivación vendrá por la inversión no especulativa y el trabajo hecho a conciencia, que añade de forma real un valor. En economía se habla de valores seguros, y eso se aplica también a cualquier actividad profesional y empresarial. Hay trabajos que generan riqueza y otros simplemente especulan con la que otros han creado, sin añadir nada más que un coste. La sociedad terminará por erradicar las actividades parasitarias. Tenemos que aplicar la medicina necesaria para que así sea, o extirpar lo que es perjudicial. Pienso que un buen antibiótico es la ética.

Siempre hay futuro para los informes estudiados a fondo, ... proyectos bien acabados, hasta el detalle, y que consiguen que una obra logre los tres objetivos básicos de toda promoción: calidad, precio y plazo. Por este orden. El arquitecto huye del espectáculo y piensa primero en el servicio.

La calidad es incuestionable. No sólo es material. Sabemos que el mayor gozo es espiritual - sentirse bien interiormente- y eso en un edificio lo da la calidad del espacio, el confort y la belleza.

Precio: coste justo, la mejor relación calidad precio. Un edificio económico en su construcción y proyectado para ser sostenible.

Plazo. En el tiempo oportuno._____________________

Hay razones suficientes para ser optimistas. Porque hay materia prima y porque siempre las personas hemos aprendido de nuestros errores.
Tengo la seguridad, no obstante, que nadie nos va a solucionar las cosas. Ánimo!