La naturaleza es, para los arquitectos, algo más que una fuente de inspiración para proyectar formas.
Es lección de origen de formas estructuradas después de una larga evolución ... lo que el arquitecto pretende hacer en unas semanas o meses de proyecto, la naturaleza lo ha ido diseñando -modelando- en cientos de miles de años, con un resultado superior.
No hay capricho, ligereza o improvisación; todo es necesario, está por algo y para algo. A la vez, es de una belleza que la inteligencia humana -que piensa que es la suprema en esta naturaleza acotada de la tierra- le cuesta igualar, si es que algunos lo consiguen.
Es obra de un Arquitecto que crea una naturaleza que se construye, evolutivamente, de forma maravillosa.
Nos ayuda a ponernos en nuestro lugar, ... y a aprender.
(Las fotos son de María Traver, arquitecta).
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