Llevo varios días encerrado entre papeles, haciendo informes. En este tiempo hay poco que proyectar y poco que construir. Estamos cogiendo fuerzas para una nueva era. Hay gente que dice que hay que reinventarse. Quizás, en nuestra porfesión, sea bueno este parón para reflexionar sobre lo hecho y hacia dónde tenemos que ir.
En fin, pero lo que quería decir es que estoy un poco cansado después de muchas horas de leer y teclear. He aprovechado para pasear un rato. Aqui, a pocos metros del estudio, tenemos la avenida Tibidabo. Es una calle relativamente corta -no más de 500 metros- que tiene todo un conjunto de casas nobles de la burguesía Barcelonesa de finales del XIX y principios del XX. Andar y mirar es agradable ... parece que suena un piano de fondo ...
Este edificio es el primero que se ve: 'La Rotonda'. siempre hay turistas fotografiándolo. Es llamativo el decorado modernista.
A partir de él se suceden los otros edificios. Casi ninguno desentona.
Al final, elevando la vista, se ve, a pié de ladera del Tibidabo, un palecete de alguien noble.
Ya de bajada la última mirada es para el zorro que hay en la base de 'La Rotonda'.
El modernismo tenía estos detalles, porque había artesanos y un sentido del arte muy humano.
Pasear por Barcelona es así de agradable.
El piano ahora suena de verdad, en el estudio. Quiero leer cosas sobre la profesión que me inspiren nuevas entradas.
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