Esta es la puerta que da acceso a las caballerizas del Conde Güell. Es fruto de la desbordante imaginación de Gaudí, además de una muestra genial del dominio de las posibilidades del acero laminado y de la forja.
Era habitual ver alumnos del primer curso de la escuela de arquitectura haciendo unos apuntes a lápiz. Quizá ahora ya no se dibujen cosas como esta, o simplemente se dibuja menos.
Existe un cierto don o facilidad para el dibujo, pero sobre todo se trata de un ejercicio que se puede aprender, si se tiene un poco de habilidad y visión espacial. También aprendemos a hablar y escribir bien mediante el ejercicio y el esfuerzo.
Aunque las herramientas progresen, con programas y aplicaciones de dibujo tridimensional, renderización, etc..., la conexión neuronal con el pulso, el trazo y el sentimiento de la mano no está pasada de moda ... es útil, ... necesaria! ...
Gaudí dibujó esta obra de forma que el herrero, dirigido por él, fue capaz de esta puerta.
PD. Si alguien quiere verla, está en la Avenida de Pedralbes, a pocos metros de la avenida Diagonal.
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