14.8.11

ARQUITECTURA DE AUTOR ... Y 5.

Con la arquitectura de 'autor'... quizá se busca una atracción de la ciudad mediante la imagen, el impacto de lo espectacular? ...

Esta pregunta ya está tratada al hablar del atractivo de la ciudad por lo que la ciudad ya tiene, por lo que es. En el caso de Barcelona el Eixample, el modernismo, el gótico, ...
Puede parecer que es ésta una postura anquilosada en el pasado, sin ilusión por el presente ni proyección de futuro. No es esto. Los edificios de 'autor', que son icono de una empresa o de un gobierno, son las catedrales de nuestros días. Dejamos para otro debate el tema ideológico o trascendente. Ni unos edificios ni otros hacen ciudad en el sentido más amplio de la palabra.
Interesa mucho el presente: la ciudad que hacemos y dejaremos para el futuro. Este es el problema: qué ciudad estamos haciendo? De la misma forma que no vivimos 'para los domingos', sino que todos los días tienen que ser gratamente vividos, el ámbito de nuestro existir cotidiano es el barrio, las zonas residenciales o de trabajo.
Los políticos se engañarían, y pienso que no lo hacen, si creyesen que colocando unos pocos edificios de autor en la trama urbana, están haciendo 'ciudad' ... una ciudad determinada sujeta a un modelo de pensamiento. Así, para mí, de la plaza de auropa de l'Hospitalet, no es lo más importante el hotel de Toyo Ito, si no el conjunto urbano proyectado por Albert Viaplana. El conjunto es lo que tiene auténtico impacto y lo que será el ámbito de vida de miles de personas. El edificio de Toyo Ito sólo será objeto de miradas momentáneas.

Plaza de Europa en l'Hospitalet (Barcelona)

Lo mismo pasa con el edificio Forum de Herzog & De Meuron ... lo importante es la zona de Diagonal Mar y los espacios urbanos que comenzó diseñando Ricardo Bofill: ver que impacto tienen, como es su vivencia diaria, el tipo de convivencia social que se genera, su imagen dentro del conjunto de la ciudad ...


PLANO DE DIAGONAL MAR (Barcelona)



IMÁGENES DE DIAGONAL MAR (Barcelona)

Es difícil valorar los espacios urbanos hasta que no tienen unos años de poso. Quizá ahora podemos comenzar a fijarnos en la zona de la Villa Olímpica o, yendo más hacia atrás, en las zonas de crecimiento de los años '70. Pienso que se ha ido ganando en sensibilidad urbana y también de conservación del patrimonio. Vamos hacia adelante.
Pero hay que volver al planteamiento de fondo. La ciudad es el reflejo natural de la sociedad que la genera y de su economía. Es un ir i venir. También el urbanismo impuesto termina condicionando, en alguna medida, la vida social que se desarrolla en su interior. Los arquitectos estamos inmersos y al servicio de esa sociedad, y no tenemos poder para salirnos de forma radical de los márgenes que marca. Si impera un capitalismo liberal agresivo y una economía especulativa, el urbanismo, en primer lugar, y los edificios que se insertan en el espacio urbano, a continuación, serán -y lo son- reflejo de la sociedad que las crea ... a partir de ahí valen todos los debates ideológicos que se deseen ...

Queda la última pregunta que planteaba al iniciar esta serie sobre arquitectura de 'autor':
... existen razones para un 'nacionalismo' arquitectónico? ... o se superó a principios del siglo anterior con el estilo internacional? ...

Precisamente hablando con el que fue Director General de Arquitectura de la Generalitat de Catalunya - que fue quien gestionó la Plaza de Europa de l'Hospitalet- me planteó esta cuestión: ¿para quá acudir a arquitectos de fuera, si aquí los tenemos de altísimo nivel? ... es esnobismo?
En primer lugar, como consecuencia de todo lo que he ido escribiendo, hay que reconocer que, si ocho edificios no hacen ciudad, el hecho de que varios de esos edificios tengan un arquitecto foráneo no tiene trascendencia. También la catedral de León contó con un maestro de obras francés ...
Pienso que el nacionalismo arquitectónico no tiene sentido como tal nacionalismo. Ni, en sentido  contrario, un llamado 'estilo internacional' me atrae o lo veo con fundamento para implantarse en cualquier lugar.
La arquitectura es fruto de la sociedad pero se implanta en 'el medio', en el sentido más amplio del término. Así, no tiene fundamento que tengan mucho en común una vivienda en Estocolmo con otra a orillas del Mediterráneo, o con una tercera en el centro de Zurich .. y una cuarta en Shangai!.
Se podría aducir ... ¿y si se trata de la sede corporativa de Microsoft en esas ciudades? Una cosa es el logo de la empresa y la imagen corporativa y otra unas oficinas orientadas a sur en cada una de esas cuatro ciudades. Pero tampoco hay que luchar contra el mundo entero, ... esta claro que el muro cortina de vidrio se ha impuesto para determinados edificios empresarieales ... también se han desarrollado nuevas tecnologías para control climático y ambiental, ... en cada caso habría que hacer un análisis de razones a favor y en contra.
En el caso de la vivienda, de los barrios residenciales, pienso que la arquitectura tiene que proyectarse con un profundo conocimiento del 'medio'. No es necesario ser de aquí, pero sí hay que conocer muy bien 'el idioma' de la arquitectura de aquí, de la misma forma que sin saber catalán no se puede decir que se esté plenamente insertado en esta ciudad. La vivienda tiene que ser vivida por personas de aquí, en este clima y con el tipo de vida que aquí se tiene. Nadie duda que también es importante conocer la idiosincrasia de estas gentes, su historia, la geografía ... hasta sus más profundos estratos! ... así lo pensaba ya Vitruvio.

Se acabó, por ahora, el tema de la arquitectura de 'autor'.

11.8.11

ARQUITECTURA DE AUTOR 4

Es buen momento para continuar escribiendo algo sobre este debate que existe en la sociedad.
El fin de semana pasado, en el diario 'EL MUNDO', se publicó una nueva entrevista a David Chipperfield. Ya se ve que está en los medios de forma frecuente.
Varias preguntas de las que le hacían van dirigidas directamente a las dos cuestiones que planteaba al principio de este debate.

En la primera entrada sobre 'arquitectura de autor' me preguntaba ...

... la desproporción económica de ciertas obras: de quién es responsabilidad?, o dicho de otra forma: cuál es la responsabilidad del arquitecto? ...



En esa entrevista a Chipperfield le preguntan de forma que ya se apunta parte de la respuesta a esta cuestión:

P.: ¿Qué opina de los edificios icono que ahora proliferan en muchas ciudades por encargo de unos alcaldes que quieren imprimir su sello?

R.: Los hay buenos y los hay malos. Hay momentos en los que es necesario que un edificio tenga un cierto perfil, una cierta personalidad y una cierta publicidad. Pero a veces me parece un deseo innecesario de llamar la atención a expensas de la esencia, de la sustancia y de la experiencia y en mi opinión estas tres cosas nunca han de sacrificarse y menos por el aspecto físico.

Parece claro el arquitecto hace lo que le piden en cuanto a programa y dimensión. Así, si en la plaza de las Glorias hay que hacer un edificio singular de más de 150 metros de altura no es decisión de Jean Nouvel si no de la sociedad AGBAR que se lo encarga; y en parte del ayuntamiento que planifica e incita para que se hagan estas obras. Una vez que se plantea este tipo de obras hay arquitectos, por suerte, capaces de resolver el reto con acierto.

Pero sigue pendiente la cuestión de si es razonable este tipo de obras, sobre todo cuando se hacen con dinero público, como el edificio Forum, de Herzog & de Meuron, o el  de Zaha Hadid, que se aplaza y fue motivo de este debate. 
En primer lugar hay que decir que tienen una rentabilidad cultural y social que se ha demostrado baja. Desde mi punto de vista es una de las políticas menos socialistas que se pueden hacer.
Se podría aducir que tienen un efecto de atracción que termina potenciando la ciudad -como está siendo el Guggenheim de Bilbao-, de forma que la rentabilidad se transmite a muchos sectores de producción y consumo, y termina incrementando la recaudación de impuestos, recuperándose la inversión: si, pero sólo en parte. 
Las rentabilidades a largo plazo son difícilmente cuantificables, y las necesidades a corto son, ahora, ineludibles. Además, parece claro que se ha visto que tampoco nos podíamos permitir ciertos lujos.

De otra parte, Barcelona tiene un atractivo grande en lo existente. Habría que invertir más en conservación y mantenimiento de la ciudad, de lo que se vive a diario y, si se quiere, de lo que vienen a ver los turistas, que es el modernismo y el gótico, por este orden.
Está claro que los ocho edificios de autor que mostraba el otro día no son ahora foco de atracción, además de que no están en las zonas más céntricas o más visitadas.

Hacer ciudad, eso es lo importante y lo realmente costoso. Requiere un esfuerzo colectivo, una cultura y economía fuertes. También unos valores: el afán especulativo exagerado -como el que se ha producido de forma aguda desde el año 2000- lleva generar barrios sin alma, como metástasis urbanas, ... en el fondo es el efecto visible de la codicia.

La siguiente cuestión ...

... si existe afán de llamar la atención, o incluso de lucimiento, de quién es ese interés? ... realmente es del arquitecto? ...

Al comentar la cuestión anterior ya se ha dicho, de alguna manera, que los arquitectos que hacen este tipo de obras buscan cumplir una serie de programas y expectativas que se les plantean. Parece claro que más bien existe, en casi todos los casos, un afán de notoriedad del promotor, sea público o privado, que promueven un símbolo de poder o de propaganda. Esto no parece que tenga mucho más que comentar.

Pero queda el tema del afán de lucimiento o de llamar la atención de los arquitectos, porque nadie se cree que eso no se de en algunos casos. A David Chipperfield le hacen dos preguntas relacionadas con esta cuestión:

P.: ¿Es bueno que la obra de un arquitecto sea fácilmente reconocible?

R.: No lo sé pero, en cualquier caso, mi obra no es identificable. No me interesa que se note la firma, mi firma. Lo que de verdad busco es encontrar la solución de cada proyecto. Yo no soy un formalista, intento siempre reducir la expresión de la forma a su punto más silencioso y la geometría de un cubo es lo que más se aproxima a ese silencio, mientras que las curvas suelen ser más estruendosas. En ocasiones conviene hablar en voz alta y firme y otras veces hay que susurrar.
...
P.: ¿Banalizan la arquitectura?

R.: Pueden llegar a hacerlo, sin duda. No me opongo a la experimentación en la forma arquitectónica, pero creo que la novedad no es algo que case necesariamente bien con la arquitectura de forma sistemática.

Me parece que los arquitectos de ese nivel ya no pretenden la notoriedad, la originalidad como búsqueda banal. Es un defecto más propio de principiantes o de arquitectos de clase media y edad también media que, en ocasiones, tienen un arrebato y desean poner su sello ... en fin, que nos puede pasar a todos, ... pero pienso que no a Toyo Ito.
Así, opino que la arquitectura de autor no debe ser el espejo de la vanidad del arquitecto, que existe como en todas las profesiones, y se puede ver en obras que, normalmente, nos salen mediocres cuando pretendemos un vuelo impropio.

Volvemos a la ciudad, ... al reconocimiento de los autores anónimos del Eixample, que han puesto su saber al servicio de una ciudad que ha terminado siendo atractiva. Gracias a ellos, de los que pocos saben sus nombres, Barcelona vale la pena, porque hicieron edificios sencillamente buenos y con un denominador común grande. No les importó, y ese fue su gran acierto, seguir unos cánones y un estilo que venían de una cierta tradición. Hubo quien dijo que originalidad también tenía el significado de volver a los orígenes. habrá que pensar en esto... que no está reñido con conceptos como futuro, vanguardias, innovación, ... .